viernes, 18 de diciembre de 2009

Una mirada sin rostro




Veo hacia atrás una flor que se marchita,
que se deja al olvido y que sigue un camino, no sabe que no es el suyo.
Pobre flor que busca en los demás alguien que la riegue,
aún no la ha encontrado, pues sigue marchita.

Se había perdido la esperanza, sólo había que esperar la muerte,
al romper el alba, veo existencia y vida pues la flor
no se había marchitado, sino que había recuperado su brillo máximo
en una oscuridad que al fin tuvo salida.

La flor está creciendo bella y feliz,
ya no mira hacia atrás , sólo hacia adelante,
ya lo amargo queda en el olvido y el tiempo se encargará de hacer
que no pierda el valor y la fortaleza para seguir viviendo.

Ahora mi alma camina feliz hacia el mañana
ya no hay tropiezo ni nada que no permita
que siga mi camino, ya la angustia quedo atrás
y las riquezas de una vida feliz quedaron junto a esa bella flor.

María José Riveros 1°B

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